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8 de Agosto de 2006

Destripando películas: Hoy, 'Poseidon'

A veces, cuando voy al cine para pasar el rato, pienso en la Humanidad, en si podría yo hacer algo en favor de los seis mil millones de criaturas de ahí afuera. Voy a hacerlo: voy a destriparles la película que vi ayer, para que no vayan a verla y ahorrarles fatiguitas, que bastante mal está ya el mundo como para pagar por sufrir. Ayer estuve viendo, mientras nos cocíamos aquí en esta parte de España, una película ideal para disfrutar en familia: Poseidon, un rimeik de la peli de los felices años 70 en la que una ola gigante como la que arrasó hace poco Indonesia daba la vuelta a un superbarco absurdo de esos de treinta pisos en el que se montan los ricos para ir de crucero y derrochar su dinero robado en estafas u otras cosas peores, beber champán a trescientos ebros la botella y hacer lo mismo que en tierra, y encima contarlo luego a la vuelta. En este caso ese martirio se lo ahorraron a sus amigos, porque no hay vuelta. Hay gente que se alegra con estas cosas. Por eso fui a ver este teleflin.

Poseidon, el barquito feliz

El director es Wolfgang Petersen, el de 'La tormenta perfecta' y 'Troya', uno al que le gusta la catástrofe y el agua, por lo que se ve le dieron un ahogaíllo en una piscina de chico y todavía le dura el susto. Esto no es 'Titanic', aquí no hay amores ni hostias. Se ve a la gente morirse como ratas, ahogados y con convulsiones. Si tienes pensado estudiar medicina forense esta es tu película. A los treinta segundos de las letras ya hay un listo de los que guían el barco que presiente, como los perros y los pavos, que algo malo va a pasar. "Lógico, coño, si ya se ha leído el guión", me dice María, con toda la razón. Pues pasa que viene la ola y da la vuelta al barco, y (ya es casualidad) el mogollón de ricos que estaba celebrando la Nochevieja se da la vuelta también y mueren unos pocos. Hasta aquí todo normal.

Pero, hombre, mira tú que sobreviven unos cuantos mangurrinos y, fieles a las leyes de Darwin, quieren salir del barco por abajo, que ahora es arriba, y van pasando pantallas como en los videojuegos, hasta que llegan a lo alto y salen y se salvan. Y en medio hay varios personajes lamentables que merecen morir, y que desde que abren la boca los espectadores saben que en el guión pone que van a entregar la cuchara antes de tiempo: un gilipollas hortera con bigotito, un camarero enamorado, un alcalde que no se fía del escote de su hija, etc.

Muchas explosiones y mucha angustia. No intente hacer esto en su casa, por Dios. Hay una escena de cinco minutos en la que tienen que pasar ocho personas por un tubo de ventilación y les falta el aire, unos momentos en los que juré por el brazo incorrupto de Santa Teresa que jamás me montaré en un barco de estos ni teniendo billetes como para alicatar la Gran Muralla China. Mucho mejor pasar las vacaciones en el campo, como mucho te pegan fuego.

¿Y aquí quién es el malo? Yo tampoco lo sé. Los surfistas serán, yo qué sé.

Otros destripamientos:
[ Flores rotas ]
[ La isla ]
[ Rey Arturo ]
[ Match Point ]
[ Cuando menos te lo esperas ]
[ Closer ]

Trapo | Enlace permanente | Categoría: Ver

Comentarios

pues no iba a verla, ni regalándome la entrada, pero lo que nunca creí es que me iba a proporcionar (a su pesar) un ratillo divertido:
agradeciendo que nos salve de tanto sufrir:
un saludo

Escrito por J. Addams a las 10 de Agosto 2006 a las 12:56 AM


Hay que ser más pragmático a la hora de ver flims de estos. Yo cuando veo películas de estas juego a adelantarme al guionista para saber quién será el siguiente en morir y quién se salva y tal y pascual..me encantan los topicazos se cumplan, que no se rompa la harmonía de los flims. Que no se rompa la noche por favor que no se rompaaa..

Escrito por Burdon a las 11 de Agosto 2006 a las 04:12 AM
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