Tenía yo la costumbre de mirar mapas antes de viajar. Eso cuando viajaba, ahora que soy viajero de pacotilla y sofá me dedico simplemente a comprar un Atlas cada cierto tiempo, pongamos seis o siete años. Eso cuando el mundo era más o menos el mismo que siempre.
Porque ahora a los que hacen y deshacen el mundo les ha dado por modificar las fronteras políticas de los países cada tres o cuatro meses, y claro, el Atlas del año pasado ya está bastante caduco, y donde ayer había un país hoy hay tres estados muy soberanos. Me bebo otro soberano en mi sillón, y al tercer trago lo que antes eran dos estados ahora son tres países confederados. Voy a por más hielo para afrontar la dura jornada y cuando vuelvo la confederación se ha unificado en un imperio que son tres, y claro, de tanto ir y venir de la nevera al mapa, el cerebro se me nubla y me entran mareos.
No me fío de los mapas políticos, que cambian tanto. Eso no es el mundo. Prefiero mirar los planos físicos, esos que cambian menos, los ríos son los mismos, los cabos, las montañas y los atolones del intranquilo Pacífico. Son los inconvenientes que tenemos que afrontar los que estamos perdidos en los mares de papel navegando sin salvavidas, amarrados al suelo.
Notas relacionadas:
[ Escuela de Geografía Real ]
"Escribir la Historia es dejar la Geografía hecha un lío"
El Hada Carabina DANIEL PENNAC
"...perdidos en los mares de papel navegando sin salvavidas, amarrados al suelo"
joder Trapo, me ha encantado!