Dando un paseo por la calle principal de mi barrio veo, a través de los cristales de una inmobiliaria, que encima de una de las mesas de atención a la clientela no hay apenas nada, ni montañas de papeles ni ordenador ni calendario ni marcos de fotos familiares; sólo un pequeño jarroncito con una solitaria rosa roja.
Y me ha dado por imaginar que ese trabajador o trabajadora de la empresa, cada pocos días, dedica un poco de su tiempo mañanero en cambiar el agua, en poner una flor nueva cuando comienza a marchitarse, y eso les trae al pensamiento algo parecido al amor. No veo ahí transacciones comerciales, hipotecas, timos o estafas, como sería razonable pensar.
A veces, creo, en los sitios más insospechados hay personas que piensan en otras cosas aparte del dinero, lo cual no los hace más humanos ni más sensibles, pero seguro que piensan dónde coño están trabajando y qué están haciendo con su vida. Sólo a veces.
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Las cacas de los perros bien educados, cuando son recogidas por sus amos con la mano, en una bolsita, que después tiran cívicamente en una papelera, adquieren de repente un estatus diferente al resto de las cacas depositadas libremente por los perros sin amos. He ahí la grandeza de estas últimas. No son mierdas, sino pequeños gritos revolucionarios del mundo animal que se niega a tanta domesticación y tanta ley.
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Un niño leyendo la cartilla escolar el mi-ma-má-me-mi-ma, pero se equivoca y donde pone eme dice pe. Inmediatamente el padre le zumba una hostia.
No sé si son los celos o la educación sentimental, y esa duda me consume; mientras, el chiquillo hinca los ojos aplicándose en aprender para la próxima vez.
En la oficina de mis padres hay muuucho papeles y es una inmobiliaria :S
Escrito por Céline... a las 15 de Enero 2007 a las 01:46 AMMi perra prefiere pegar los "gritos" revolucionarios en el pasillo de mi casa, por mucho que yo le inste a hacerlo más allá de nuestras fronteras. Le digo que yo le entiendo y le comprendo, pero que necesita buscar una audiencia más amplia.
Y respecto a lo otro, claro, se llama condicionamiento. Ya verás como la próxima vez pone más atención. También funciona con los perros, pero a los pobres revolucionarios les cuesta algo más :)
Escrito por SebastianDell a las 25 de Enero 2007 a las 05:03 PM