"En verano a la sombra y en invierno al sol".
Eso me dijeron mis amigos cuando les pregunté que quién era Diógenes, el que dialogó con Alejandro el Magno desde su tonel. En Andalucía mucha gente piensa que el sol es realmente la primera industria, lo que mueve el mundo, y en parte tienen razón. En verano no, criaturas, el verano cordobés puede ser una tortura inaguantable. Pero en invierno Lorenzo nos regala lo mejor de su fuerza para que no se nos ponga cara de enfermos a los que aquí habitamos.
"Al patio, a la recachilla", decíamos en los descansos de las clases de secundaria. La recachilla era ese rincón único donde asomaba el sol débil de invierno en medio de ese mar de sombra y frío, porque en Andalucía, rediós, también hace rasca en los meses que van de noviembre a febrero, y nos calentábamos bien a gusto.
¿Por qué recuerdo esto? Pues porque a medida que Uno va cumpliendo años va acumulando catarros y toses, y como decía García Márquez de los polvos, venimos al mundo con los resfriados contados, como el bonobús.
El sol almeriense mató mi madrileña bufanda.
Escrito por Æ a las 21 de Diciembre 2005 a las 10:50 PMSi venimos al mundo con los resfriados contados, una de dos, o se me están acabando, o mi cuenta está escrita desde el principio con notación científica dada la magnitud del número. O como se diga, que me estoy liando.
Escrito por SebastianDell a las 22 de Diciembre 2005 a las 01:32 AMSi ese sol calienta mínimamente, me facturo para allá en un pis pás. El domingo llega la primera ola de frío...
Escrito por sirenita-2 a las 23 de Diciembre 2005 a las 07:59 PMno puedo creer que esta foto sea de Priego de Cordoba
Escrito por raul perez cobo a las 26 de Diciembre 2005 a las 05:35 PM