Son muy grandes, sin duda. Y hacen ruido. Y asustan también a los niños que cuando pasan cerca de esas líneas blancas del horizonte ponen la mirada allí a lo lejos, y a través de la ventanilla del coche piensan que menos mal que no están cerca, porque si lo estuvieran nos tragarían a todos de un bocado. "Esto no puede ser obra humana", piensa.
-Son gigantes.
-Si. Y dan miedo, igual que al caballero andante.
Sí que dan miedo. Yo cada vez que veo uno tengo visiones de mi cuerpo despedazado volando en mil direcciones distintas por la acción de las aspas. Cervantes fué muy magnánimo describiendo el choque de Don Quijote con estas bestias.
Escrito por sirenita2 a las 6 de Noviembre 2005 a las 09:19 PMA mí, en cambio, al verlos me relajo.
Escrito por Lop a las 8 de Noviembre 2005 a las 03:40 PMAh! Me sorprendí cual infante cuando los vi este año por primera vez!
Me maravilló el movimiento, la desnudez, la estética de un amanecer y ellos danzando en la quietud del horizonte... ahh! muy bellos recuerdos a despertado ud. en mí, gracias muchísimas.