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27 de Octubre de 2005

Alpargatas al armario

Llega la hora del otoño-invierno aquí en el hemisferio norte. Poner el brasero, sacar las mantas, los jerseis de lana, las botas que no se chirrian. Llegará la lluvia y esas tardes cortas que invitan a leer y a aperrearse en el salón mirando pasar nubes veloces y negras. Eso si desde la ventana viera el cielo, pero no es así. Cuando alquilé este piso acepté que tuviera poca luz, además de poco dinero.

Alpargatas

Esconder en el armario, por tanto, mis queridas y humildes alpargatas. Este año ha tocado que sean fucsia, otros años han sido verdes o amarillas, con su suelita de esparto, tan pobres y tan ricas a la vez. Hasta luego, esta temporada me habéis acompañado hasta finales de octubre.

¿Cuándo le haré un homenaje como Dios manda a mis zapatos viejos, esos que nunca te abandonan?

Trapo | Enlace permanente | Categoría: Neuras

Comentarios

Qué morrriña... La primera vez que me enfundo las botas después del verano siento que encarcelo mis pies. Luego se pasa... Con los charcos...

Escrito por aritea a las 28 de Octubre 2005 a las 09:18 AM

Un clásico, me recordó a Proust (que no es poca reminiscencia)

Escrito por Mnemosine a las 9 de Noviembre 2005 a las 09:01 PM
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