Mi vecino Superdrunk debe haber cambiado de trabajo, creo que ya no se dedica al desatranque de tuberías de wáteres de bares, porque ayer, al salir de casa, lo ví bajando las escaleras, muy rápido (se avergüenza de su Mr. Hyde etílico de todas las noches), y pude comprobar como iba perfectamente engominado y embutido en un traje azul marino con su correspondiente corbata, y es que hasta la forma de andar con la mano en el bolsillo le había cambiado.
No me dio tiempo a ver si iba el bicho dentro o sólo era la cáscara la que se iba andando sola para la calle, a buscarse la vida.
En cualquier caso esta mañana, muy temprano y por culpa del remordimiento, he subido a su casa y le he dado las gracias por existir, porque sin su porculerismo cotidiano mi vida sería, por supuesto, muy aburrida. Creo que me ha presentado a su novia y me ha invitado a la boda, que es mañana. Se conocieron anteayer, por eso lleva ahora corbata, y por eso Platón dijo que la historia es un círculo que se repite y vuelve y vuelve... y que mientras da la vuelta se bebe dos copas y chilla y mueve los muebles... y entonces, al recordar esta cita, lo he entendido todo. Gracias a la corbata de mi superborracho vecino y compañero.
Notas sobre Superdrunk:
[ Mi vecino el campeón ]
[ Psicofonías y alcohol ]
Arf! El post de las psicofonias de una noche de jueves, fue glorioso!