¿Hace falta estudiar un máster y tres carreras para entender los anuncios de coches? ¿O simplemente quedarse pasmao y creer que lo has entendido?
Porque desde hace un tiempo no tengo ni puta idea de lo que me quieren vender las siete u ocho marcas de vehículos a través de la tele. Hace poco leí en el suplemento dominical de un periódico (a eso es a lo máximo que puedo dedicar la neurona dominguera) un artículo en el que el generalmente tranquilo Juan Cueto pillaba un cabreo enorme por este tema. "Llevo un mogollón de kilómetros conduciendo con un mono apuntándome con una ballesta", dice uno, y para rematar, se cruza con otro que lleva al lao un pingüino con una bomba pegada a la barriga.
Otro sano chavalote descubre en un coche que su novia es de Urano, y frena a tiempo, claro, en vez de estamparse contra la cuneta somo es de razón, y después salir del coche, pegarle una paliza a la marciana y denunciarla en la comisaría. Pero nooooo, se abraza al bicho y le dice no se qué del nombre de los chiquillos... en fin. Muchos de estos anuncios dan para una serie de 600 capítulos de culebrón de por la tarde, ¿no hay nadie que se dedique a esto?
"¿Te gusta conducir?", "¿Hablas Micra?"... ¡Pero de qué cojones estais hablando, que no me entero!... Hay uno muy gracioso en el que un pavo va por una carretera llenita de curvas a toda hostia y quitándose la corbata alegremente ¿De que se ríe este gilipollas? ¿Y ese en el que un tío con la furgoneta llena de piruletas le perdona la vida a su hijo por caérsele una en la tapicería? ¿Y si la reacción hubiera sido la de la mayoría de los padres, darle un cogotazo? ¿Por qué los anuncios de coches son tan irreales?
El último es ese en el que un joven rebelde recién salido de un concierto de Ricardo Solfa va pasando por todas las etapas revolucionarias de la historia, hasta se pone en pelota viva, y llega a un concesionario y ve un Golf, y entonces... mira, que os den mucho por culo con los putos anuncios de coches, no entiendo ni papa.
Como se nota que hay billetes entre los currantes, macho. Antes un trabajador necesitaba media vida para aspirar a un seiscientos o a un Diane6. Ahora llevas tres meses en una empresa contratao por una ETT y te metes en un A3 o un Ibiza 16 vávulas. Todos los niños quieren ser Fernando Alonso y partirse la cabeza cuanto antes. El mundo es más raro que el copón, en eso llevan razón estos genios.