Dice el diccionario de la RAE de la justicia que es "una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece". Las otras son la fortaleza, la templanza y la prudencia. Platón dice que estas virtudes son sabiduría, valor, autocontrol y de nuevo la justicia. Las virtudes bíblicas, sin embargo, serían amor, humildad, caridad, paciencia, perseverancia, orden y serenidad. De todo ello podríamos escribir el resto de la vida, y aún faltaría tiempo para templarlo y asimilarlo en el fuego lento de cada experiencia personal.
Rebuscando regalos para los prójimos más próximos, para quienes merecen mi respeto, encuentro por fin una cosa por la que deberían darle inmediatamente el premio Nobel de la Paz a su inventor o inventora. Se trata de una bandeja de cristal que incluye una regla para dividir pasteles en justas medidas y acabar así con las trifulcas familiares que, probablemente, hayan hecho tanto daño al mundo como todos los dioses y religiones humanas juntas, además de bautizos, bodas, entierros y demás reuniones para repartirse dinero. Se puede encontrar en esta bonita tienda, Spitni. Esto se llama Justicia, y la bandeja también.