En Francia hay un revuelo enorme porque un jugador suplente de su selección futbolera grababa con una cámara lo que pasaba en el vestuario durante el Mundial de Alemania 2006, y ahora ha montado una película y, de paso, una buena polémica a resultas de si debía o no pedir permiso para grabar a sus compañeros.
El jugador, un tal Dhorasoo, defiende su derecho a hacer lo que quiera contando su propia visión de su puesto de trabajo. Se puede obtener más información en esta noticia y también aquí (en francés). Interesante cuestión, y aunque no lo parezca, relacionada con los blogs, el derecho a la intimidad y la libertad de expresión.
El jugador dice: "No necesito pedir autorización, ya que la película habla de mí, no de los demás. Es mi historia, un diario íntimo que publico. Mi cámara fue como mi pluma durante el Mundial". El asunto de los diarios personales vuelve, como ya pasara anteriormente en algunos casos de gente que postea desde su puesto laboral, a poner en discusión si airear conversaciones o imágenes forma parte de lo público o lo privado, o de una mezcla de ambas, que por ahora no tiene nombre.