Les decía yo a mis amigos que, contrariamente a lo que ocurre con las adaptaciones narrativas del cine, un buen título salva una mala novela, no siempre. Pero cuando ocurre es un fenómeno gozoso. Es el poder evocador de la poesía, la fuerza de expresar mucho en unas pocas palabras.
Y les ponía como ejemplo a Vicente Aleixandre y sus espadas como labios. Con Miguel Hernández pasa igual.
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En el fuego de lo que fue
arde lo que será.
Esta frase impresionante la escribió Louis Aragon. Nadie lo conoce ya, y a nadie importa. Pero su verso es un cuchillo entrando en la carne y en la memoria de cada Uno.
Por eso leo de vez en cuando, para recordar lo que fui, y sospechar lo que seré.
como un cuchillo en la memoria, como un cuchillo en la memoria... exacto
Grande Aragon
Un saludo
Escrito por alfred a las 20 de Julio 2006 a las 02:54 AMUn verso afortunado es una vida entera, y afortunadamente hay tantos y tan ignorados. Borges en eso era también un maestro: Al cabo de los años me rodea / una terca neblina luminosa / que reduce las cosas a una cosa / sin forma ni color, casi una idea.
Escrito por pedro a las 25 de Julio 2006 a las 01:39 AMno es familia de Emilio, verdad?
Escrito por El Abuelo Cascarrabias a las 25 de Julio 2006 a las 10:29 PM