De estas veces que vas por el mundo y como acabas de sumergirte en la lectura de algún viejo clásico y sorprendente, ya todo lo ves desde esa perspectiva.
En esas estaba cuando, al cruzar por un paso de cebra, una supuesta persona conducida por un quad (máquinas a motor de cuatro ruedas que no precisan de cerebro para apabullar al peatón) pega un frenazo y masculla entre dientes insultos irreproducibles a estas horas.
Pero como por casualidad, recuerdo lo que he leído de Marco Aurelio:
"Está en el deber del hombre el amar aún a los que le ofenden. Podrás amarlos si reflexionas que son para ti como hermanos; que si son culpables, no es a sabiendas, sino por ignorancia; que sin tardar mucho tiempo habréis desaparecido unos y otros y, sobre todo, que no han vuelto tu alma peor de lo que era antes".
Y tranquilamente me acerco y le doy al conductor un beso en la frente. Porque, como dice Marco Aurelio, si lo que él pretende es ponerme de mala leche y que de mi boca salgan la ira y el odio, y que me convierta en una persona despreciable... pues hago lo contrario.
Ahora somos inmensamente felices mi conductor de quads y yo, en nuestra casita, él conduciendo a toda hostia por la ciudad y yo recuperándome de la paliza que me dió, y que me hizo descubrir mi lado masoca, que desconocía por completo.
Todo ello gracias a Aurelio.
Así dan ganas de buscarte por las calles montado en mi quad, chaval. Verás lo que nos vamos a reir.
No dejan de ser nuevas extensiones de pene que van inventando, quads, rolls-royce, pistolas de aire comprimido... se le pone a uno durísima...
que decía yo, que los quads son para el campo, así como las bicicletas son para el verano...
(y la epo pa'Amstrong)
Escrito por El Abuelo Cascarrabias a las 23 de Agosto 2005 a las 10:48 PMun dos un dos un dos?
tu sistema de comentarios no me quiere, creo...
Mejor no leer.
Escrito por gregoriok a las 26 de Agosto 2005 a las 06:41 PM