Reconozco mi pecado: mea culpa. Soy un intransigente. Todavía no han pasado 48 horas de la elección del Papa Ratzinger y ya estoy con los prejuicios, que si pasado nazi, que si inquisidor, que si ya estaba todo preparado desde hace años (lo cuenta un paisano de León que tiene una carta de hace unos meses en la que el nuevo pontífice firma como 'futuro Papa Benedicto XVI', que modestia la de Nuestro Señor)...
Vale, soy intransigente y pecador.
Como muestra de arrepentimiento, no vaya a ser que me muera mañana y, teniendo en cuenta la infabilidad papal, me pase el resto de la eternidad en el puto infierno, con lo poco que me gusta a mí el calor, aquí hago examen público de conciencia y digo que este Papa es más guay que el copón. Y si no, mirad la página de su club de fans, en el que he pedido alta inmediata, como debe ser.
Y para que no quepa la menor duda, a partir de ahora veré todos esos programas religiosos de la tele de los domingos por la mañana, y La Granja de los Famosos y Aventura en África y Gran Hermano, en fin, todos esos en los que la gente cuenta sus cosillas en confesionarios, que no se diga que soy un impío y un infiel. Soy más fiel que mi perro, joder, y por dinero hago lo que sea.
Sí, sí, lo de la apostasía existe, pero es casi imposible en la práctica. Yo tengo un amigo que hace unos años intentó darse de baja en las listas de la sagrada institución, y ni la Odisea de Homero, oye. Después de incontables paseos al arzobispado y de tener que aguantar los sermones de los varones de Ratzinger, tuvo que conformarse con un "que os den".
Escrito por Ella y su orgía a las 22 de Abril 2005 a las 01:33 PMJe,Je,Je.
Sin palabras.