Cuando aquel hombre taló el nogal que me había acompañado toda mi vida me dieron ganas de cortarle la garganta con el hacha, pero sin que se desprendiera la cabeza, dejando sólo un hilillo de carne para que pudiera comprobar durante un rato el dolor y el daño del que era causante...
... pero lo que hice fue darle a probar un trozo de pastel de nueces, las últimas que ese árbol nos regaló. Qué malos somos los seres humanos.
De nada sirve el odio, sólo vale la venganza, cosa fría y lenta, y en este asunto los que nos gustan las plantas, los mejores.
Oig, lo del hilillo ma impresionau...
Paradijas del ser humano que se llama, sí.
Pero yo soy una verdurita, eh! Lee, me llaman Brocco Lee ;)
Aún no he probado la venganza... creen que debería probarla.
Soy virgen de venganza. Aún.
Juju... A mí me parece una complicación... Y seguro que, aún mereciéndose el sujeto en cuestión la venganza más cruel, esta moral judeo cristiana odiosa, me haría sentir de lo más culpable. Lo bueno de ser un as en el despiste es q los cabreos me duran poco.
Escrito por Brocco a las 18 de Julio 2004 a las 06:47 AM...Ya, qué rabia da, oye! Aún recuerdo aquel pino solitario que se erguía en la curva del camino, cuando paso por ese sitio no puedo remediar acordarme. En lo de la venganza no creo tanto, porque al final cada uno cobra lo que se gasta... ¿Y si no, por qué algunos escogen una rama alta? Pues eso, para no tocar más el suelo. Los árboles tampoco son tontos. Vale!
Saludando: LeeTamargo.-