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13 de Julio de 2004

Mi abuela, Atila con los periódicos del domingo

Los principales diarios del mundo venden muchos más ejemplares los domingos, supongo que debido a que los compradores no habituales disponen de tiempo para leerlos con tranquilidad y sosiego. Es por ello por lo que su contenido es más liviano, menos intelectual, tienen un punto de cotilleo y, por eso mismo, más real.

Cuando llega a casa de mi familia el periódico de los domingos hay una lucha encarnizada por pillarlos, y eso que mi padre no compra uno, sino dos o tres (con sus suplementos de colorines, donde te dicen dónde comer huevos fritos a 100 euros, qué falda te combina con la quemadura de la playa y cómo hacer una mesa camilla con una lata de boquerones). Si no estás un poco atento y mi abuela los liga... entonces puede que leas las noticias pasado mañana por la noche (con suerte) o te tengas que conformar con las páginas color salmón de la economía, que le sirven a mi madre para poner encima de la mesa la paella o a mi hermano para limpiar las gafas o se guardan religiosamente para cuando hay que pintar el techo, unos artículos muy socorridos y útiles, teniendo en cuenta la relación calidad-precio. Siempre recuerdo con gracia las papeletas electorales que el abuelo de mi amigo Juanma ponía en el retrete para pasar el rato o divertirse o lo que sea.

Dennis Adams: Liar, liar (2000)

Antes me cabreaba mucho cuando llegaba mi turno y comprobaba que las cien páginas domingueras, tras pasar por sus manos, se habían convertido en un amasijo de papeles arrugados sin orden ni dios, la portada en medio y el final al principio, las declaraciones de Ronaldo el futbolista en la sección de cultura, y la rueda de prensa de Bush en la sección del horóscopo. Al cabo del tiempo me dí cuenta de que el periódico es precisamente eso, páginas de noticias impresas listas para ser arrugadas y despedazadas, no para pasar intactas al museo de la belleza. Y ahora incluso me da un poco de grima encontrarme con un periódico perfecto, ordenado y sin arrugar. De hecho, cuando veo un diario así lo primero que hago es arrugarlo, me resulta más familiar y leo las funestas noticias mucho más calmado. Más de una vez me han echado de un kiosco por poner bien la prensa antes de comprarla.

Mi abuela se lo lee todo, la política, las críticas de cine, el fútbol, los muertos, los vivos, los comatosos, desde las esquelas hasta los anuncios de contactos, pasando por la programación de madrugada de las televisiones locales. Este afán lector es lo que, en mi opinión (lo digo absolutamente en serio), la mantiene libre del Alzheimer y resto de enfermedades de la memoria. Eso y que cuando ve a Aznar en una foto se le pone el vello de punta y le cambia el carácter, más parecido a lo que pone en el diccionario bajo la definición de 'cólera'. Por eso sé que entiende perfectamente lo que está leyendo, y me retiro a mis aposentos tranquilo.

Trapo | Enlace permanente | Categoría: Leer

Comentarios

Ohh, el periódico, ese gran invento que además tiene utilidad.

Yo lo que suelo hacer es doblarlo por la mitad. Eso es lo que a mi me da seguridad. Creo que de hecho los periódicos ya deberían venir doblados por la mitad.

Lo que también sería interesante es hacer una edición en formato y tamaño más reducido para los aviones. Más de una vez le he dado al bigote del de al lado al pasar una página.

Escrito por jasp a las 13 de Julio 2004 a las 11:46 AM

Y cuántos bocatas se han envuelto con sus páginas, cuántos resbalones se han evitado al ponerlos sobre suelos mojados, cuántos partidillos de furbo en el trabajo con la hojas hechas un gurruño...

Escrito por Brocco a las 13 de Julio 2004 a las 03:39 PM

Yo leo poco los periódicos. Me basta con mirar la portada cuando tomo café. Normalmente no me equivoco en que no hay nada más de interés en sus adentros.

Eso sí, en mis viajes ferroviarios de los domingos me vicié a leer el Semanal de pé a pá. Pero eso son palabras mayores.

Saludos.

Escrito por juglar a las 13 de Julio 2004 a las 10:02 PM


Mi madre compra el periodico los domingos; la mayoría de las veces por algún libro que trae como suplemente, fascículo de no sé qué, pieza de ajedrez o trocito de mapa y por fastidiar a mi abuela los esconde... pero, claro eso se lo hace con todo; no es porque para ella la cultura sea más importante que otras cosas...

Escrito por sabbat a las 14 de Julio 2004 a las 09:35 AM
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