Aunque no es la primera vez que escribo de mis amigos los gatos, en esta ocasión lo voy a hacer con afán biográfico e histórico, para que quede constancia a las generaciones venideras y futuras (e incluso posteriores) de mi admiración por ellos.
Lo primero es pedir perdón por llamarlos así, mis gatos, cuando es evidente que jamás gato alguno ha podido ser considerado propiedad de nadie ni de nada, y mucho menos definir su comportamiento: espíritus independientes con patas, si acaso . "¿TU gato? Ja ja ja, en cualquier caso será más bien al revés, tú eres SU humano", me dijo un amigo una vez, con bastante razón.
Como dijo Jack el Destripador: vayamos por partes. El primer gato con el que tuve relación no convivió conmigo bajo el mismo techo, sólo nos vimos unos meses, los que ocupé durante un oscuro invierno de nubarrones y tristeza una casa en un barrio madrileño lleno de solares en busca de especulador y fincas en ruinas habitadas únicamente por manadas enteras de estos animales. Yo solía visitar desde que descubrí uno de esos santuarios a un ejemplar pequeño, tricolor y tranquilo, que se dejaba acariciar, le llevaba algunos días restos de comida y le rascaba detrás de la oreja. Si no hubo algo más fue porque él no quiso.
En realidad era un gato heterosexual, le gustaban las tías. Lo descubrí cuando una mañana me dejó plantado y siguió a una chorba en minifalda, ahí me di cuenta de que era un gato rumbero y flamenco (no tanto como Farruquito, el bailaor-piloto de rallies), que no dejaba pasar la oportunidad de admirar el culo de todas las hembras de la especie humana que se le cruzaran. "Ah, julandrón, te he calado", dije. Le gustaban incluso más que a mi.
Como el día que lo encontré ponían La dolce vita en la tele, y teniendo en cuenta que era un felino y que le iba el rollo voluptuoso, a la hora de bautizarlo lo vi claro: Fellini. Ojo, yo no soy cura ni padre de churumbeles, no voy bautizando gente por ahí, pero ese día recordé la importancia que tienen los nombres para las personas y los animales, y posteriormente seguí la tradición con mis siguientes amigos, a todos les puse nombres de personas. Yo le contaba mis problemas y él me escuchaba con atención. "Te llamaré Fellini", le dije un día, y me miró con cara de apóstata: "Tu estás gilipollas", contestó en su lenguaje de maullidos. Tardes de tormenta rascándole la cabeza pasamos.
Fellini y yo lo dejamos cuando encontró a una vecina que le daba cáscaras de gambas, tocino de jamón y también friskis o triskas o como se llame esa mierda de sabores en bote, y claro, inteligencia no le faltaba. En vez de mis sobras prefería delicatessen, y mucho más si era de manos de señoritas de buen ver. Era la encarnación viva de la libertad garbosa, su sola presencia me hacía bien, y yo se lo agradecí con mi cariño.
Una tarde me marché de ese barrio, y nunca volví a verlo, aunque sé que jamás se venderá a nadie por un plato de lentejas, si acaso por unos raviolis calentitos. De hecho, si alguna vez vuelvo a tener gato le pondré Fellini v2.0, en tus ojos está mi recuerdo amargo y agradecido.
Tremendo lo del Morrisey, seguro que ha sido por dejar el speed.
Escrito por Germán a las 17 de Junio 2004 a las 12:02 PMJajaja qué tierno todo, hasta lo de Farruquito me ha impresionao.
Escrito por Stee a las 17 de Junio 2004 a las 01:31 PMCuando tenía 15 años, el gato de la amiga en cuya casa me quedé a dormir se comió el cuadernillo central de Los pilares de la tierra, que leía yo en aquel momento. No tenía otro, estábamos en verano en un poblacho perdido y no había llegado a esa parte.
Juro que el puto gato me hizo llorar.
¡Zape!. Pues no me entero yo hasta ahora que me avisastes con un comentario y con un ping sobre este post en mi blog?. Pues que sepas que ya lo leí antes, je. Acabo de hacer un ping de Memorias gatunas a este post, es el primero que hago en movable type y es sencillísimo, joder, así da gusto, creo que haré más tracbacks más a menudo.
Entonces lo tuyo con Fellini era una especie de Quid Procuo no?. Es lo que digo yo, la relación con los gatos no puede ser dominante, es simple un intercambio de afectos, un respeto por las libertades del hombre y el minino. Vaya post, el final es dramático y todo. Para cuando el siguiente capítulo?.
Saludetes vecino. Espero que no te canses tan pronto de escribir por aquí. Siempre digo que no son buenos los extremos, ni tanto ni tan poco.
Escrito por Burdon a las 20 de Junio 2004 a las 11:36 AMgracias por publicar esta nota..me ayudara mucho al hacer la intro de un trabajo de investigacio que estoy haciendo hacer de la domesticacion de los gatoss..Y..ES VERDAD..ELLOS NO S DOMESTICARON A NOSOTROS
Escrito por ana maria rocca a las 1 de Julio 2004 a las 03:37 AMcuidemos ha los felinos , por que ellos son tan tiernos y cariñoso, no los maltratemos ellos tiene que ser tratados igual que un canino
Escrito por carmen a las 21 de Diciembre 2004 a las 11:15 PMHOLA ,MI NOMBRE ES MARÍA ALEJANDRA Y TENGO 9 AÑOS, ME GUSTARIA QUE ME MANDARAN MÁS INFORMACIÓN DE LOS GATOS, COMO LAS CARACTERISTICAS, CLASES DE GATOS(RAZAS), TIPO DE ALIMENTACION, CUIDADOS, HABITAT, ANATOMIA,ETC. VOY A TENER UNA EXPOSICIÓN SOBRE ESTE ANIMAL, Y LES AGRADESERIA MÁS INFORMACION SOBRE ELLOS. MUCHAS GRACIAS DE ANTEMANO, ATTE
MARIA ALEJANDRA
hola me llamo dany y me interesaria hablar con ustdes xq son como yo a mi me encantan los gatos
Escrito por daniela a las 15 de Octubre 2006 a las 10:21 PM