Una persona mayor se muere y la sensación que se produce alrededor es de tristeza, pena o esperanza, según se crea en la resurrección, la vida eterna o en nada. Pero es lo que se supone que iba a pasar: morirse.
Una persona joven muere y se acaba todo, un hachazo para sus amigos, para sus familiares, vecinos... no es como si fuera el fin del mundo, sino el fin del mundo mismo, una catástrofe sin explicación racional.
Unos padres deben morir siempre antes que sus hijos, lo contrario es inexplicable. Por eso en un entierro de alguien joven las lágrimas son descontroladas, no de pena ni de tristeza ni de desconsuelo, sino de pánico: que la vida va en serio, vamos.
Como comenté en el blog de Segfault... en el que también habla de un tema similar a este, "todo lo que hacemos en vida tiene su eco en la eternidad", poco a poco, con el tiempo intentamos tener una vida digna, feliz. Seguro que esos seres queridos, estarán orgullosos de nosotros.
Perder a quien se quiere deja un vacío incomprensible en tu corazón. Un vacío que no podrá ser reemplazado por nada.
Por lo que a mí respecta, poco importa que sea joven o viejo. Pienso que lo echarás de menos con la misma intensidad. Y te mirarás al espejo una y mil veces diciéndote lo estúpido que fuiste por no decirle cuando aún pudo oírte un simple Te quiero.
Escrito por (( Afisionao )) a las 27 de Abril 2004 a las 03:43 PMhermosa fotografía
cada vez que nos damos cuenta de lo frágil que es la vida...
Escrito por not a pretty girl a las 27 de Abril 2004 a las 04:49 PMMe has puesto a pensar en toda la cantidad de gente menor que yo y tantos otros que he conocido que no llegaron siquiera a una edad relativamente aceptable en la vida.
Es como si el que se encarga de mover los hilos en estos asuntos se quedara dormido y se le enredara el papagayo por momentos.
De todas maneras un saludo desde Venezuela.
No somos dueños de lo único que realmente tiene valor. Quizás el día que controlemos la vida ésta deje de tener valor. Sin embargo el genio egoísta humano nos juega malas pasadas, y tienes razón, haría CUALQUIER cosa para que nada le pasara a mi hija Andrea. Ningún hijo debería morir antes que sus padres.
Escrito por grager a las 27 de Abril 2004 a las 10:08 PMNunca se está preparado para la muerte, por mucho que la esperes, pero si además no la esperas, supone además de la pena un imprevisto para el que uno está mucho menos preparado.
Escrito por Karras a las 28 de Abril 2004 a las 08:43 PMLlevo desde las 7 y media leyendo tu blog, post tras post, empezando por el último. Pero cuando he llegado a este me has tocado la fibra sensible porque hace cosa de un año, una persona muy querida por mi murió en un accidente de tráfico. Tenía 18 años al igual que yo. Nunca lo había pasado tan mal en mi vida ni creo que lo vuelva a hacer, pero después de leer esto me has hecho comerme el tarro debido a que si el motivo de mi amargura era realmente su pérdida, o por el contrario el hostión que la vida me pegó. Porque como bien dices, ahi me di cuenta de que la vida va en serio. Un saludo y sigue así, me encanta leerte ; )
Escrito por Guillermo a las 20 de Agosto 2010 a las 12:51 PM