Hay tres sitios del mundo a los que me gustaría poder decir:
-Gracias por la invitación, pero no puedo ir, de verdad, estoy muy ocupado como para viajes de placer.
"Viajes de placer", que bien suena, parece que nada más llegar al aeropuerto ya te están apuntando en una orgía. Me gustaría rechazar un viaje a Tasmania, otro a Madagascar y otro a la URSS, cada uno por diferentes razones.
El de la URSS es porque ya he perdido las ganas de visitar la momia de Lenin en la Plaza Roja, mayormente porque la URSS ya no existe. Igual me ocurrió en mi no-viaje a Egipto y en el Perú, que las momias son muy aburridas y pagar una pasta (aunque te inviten) para ver muertos secos...
Lo malo que tiene esto de no-viajar es que te acostumbras, y ya entonces coges carrerilla y te apalancas en el sillón de tu casa y te pones a ver atlas y mapas antiguos, y ya no sales a la calle hasta que te mueres.
Y cuando te mueres le preguntas al cura: "¿Tan pronto, con lo que me queda por ver?"
A mi estas cosas me dan miedo. No pienso en irme de viaje ahora mismo, pero no quiero pensar que me voy a quedar en mi sofá toda la puta vida. NO señor, eso es lo que menos quiero y que es lo más probable que suceda
Escrito por Akila a las 18 de Noviembre 2004 a las 11:40 PM