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29 de Junio de 2004

El ser humano peatón

Cuando hace un siglo se inventaron los automóviles ya debía estar instalado en el cerebro humano el síndrome del espermatozoide con patas, que consiste en una alergia extrema a que nos puedan confundir con el resto de la masa de personas normales, y estamos en constante búsqueda de destacar como sea, a cualquier precio, aún a costa de parecer y ser unos gilipollas integrales.

Mariquita

Salir en la tele haciendo el pino con un huevo en la cabeza, gastar el sueldo en unos calzoncillos de diseño, poner la música a toda leche en cualquier parte, esperar que toque la lotería para convertirse en un hortera de cuidado, y sobre todo, el principal mandamiento de la ley del alérgico a la masa: el odio eterno al peatón.

Si el cristiano conductor es una mujer, puede ser que te perdone la vida, a regañadientes, pero te la perdona. Si es un hombre de edad madura, es posible que te pase por encima y además te insulte y puedas leer en sus labios las palabras puto, pobre y peatón, en diferente orden, si es un joven pastillero-maquinero-tunning, da igual porque va tan ciego embobao en su proeza de carro discotequero que ni siquiera sabe lo que es un peatón... toda esta clasificación que estoy haciendo no vale para nada si el hombre, mujer o cualquier combinación de ambas criaturas conducen un coche de prestige, glamour y pasta, pongamos de las marcas Mercedes o BMW... aaaaamigo, ahí no tienes nada que hacer, si te cruzas en un paso de cebra con uno de esos carritos de cenicienta, mejor que vaya tu familia preparando los papeles de donante de órganos y que llamen al tanatorio a recogerte, y eso con suerte de que sólo te pase por encima, así sin más, porque lo normal es que además el conductor te insulte por tener la puta manía de entorpecer su divino camino con la moda ésta de mover una pierna detrás de la otra y desplazarse así por la ciudad, poniendo en peligro la integridad física de su amado coche, ese en el que se gasta más dinero que en la residencia de su propia suegra.

Himno de la Internacional Peatonista: "Agrupeeeeeeeeemonos toooooodos en el cruuuuce de cebraaaaaaaaaas, que el géeeeeeeeenero urbaaaaaaaaano..."

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