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20 de Febrero de 2004

La Planchadora

Cuando estudiaba el COU tenía un manual de Historia del Arte en el que descubrí un cuadro que me tiene embobado desde entonces: La Planchadora de Picasso, que está en el Guggenheim de Nueva York (creo) y que pertenece a la colección Thannhauser. No es que sea especialmente representativo de su autor, del periodo azul o de su tendencia artística. No lo puedo explicar, me atrae y punto.

Picasso: La planchadora, 1904


El tema de las mujeres planchando se ha repetido en otros autores desde el siglo XIX. Quizá fuera sólo una escena costumbrista, ideal para reflejar la intimidad del hogar... en el caso del cuadro de Picasso lo que representa es otra cosa: la muerte y la explotación, las condiciones de vida duras, miserables y sin reconocimiento de las mujeres trabajadoras a lo largo de la historia, según me parece a mi. Los colores y los trazos son impactantes. Esa extraña belleza de lo feo es lo que me anima a contemplarlo una y otra vez.


Otros cuadros de planchadoras:
[Louis-Léopold Boilly, 1800]
[Edgar Degas, 1869]
[Edgar Degas, 1876-1887]
[Edgar Degas, 1890]
[Vladimir Vasilyevich Lebedev, 1921]
[David Park, 1955-1959]
[Craig Robertson]
[Joseph Holston]
[Joseph Holston]
[Pete White, 2001]

Trapo | Enlace permanente | Categoría: Ver

Comentarios

Me quedo con la de Craig Robertson y con Degas, por supuesto, sin contar con Picasso que es uno de mis favoritoa.

Escrito por grager a las 20 de Febrero 2004 a las 06:01 PM

Precioso el diseño del blog. El mejor de los que he visto dando vueltas por ahí.

En cuanto al tema de hoy... Pues de cuadros ni idea, así que mejor no paso por el trámite de tirar de Google para dejar un bonito anarroseo que cuadre con la mejor de mis intenciones. No obstante, he leído tus últimos posts y me parece que demandabas algo de humor hace unos días.

No hay mucho suelto por ahí, cierto, pero si por casualidad tropiezo con un poco te lo mando. Esperemos que se deje meter en un sobre grande.

Escrito por efe a las 21 de Febrero 2004 a las 04:48 PM

Cuando por la suave cuesta del Guggenheim tuve enfrente a la Planchadora me olvidé de Vania, la brasilera dama con la que conversaba y permanecí, mudo, no se cuánto tiempo, unos pocos instantes de esos que duran toda la vida y te dejan todo el peso de los ángulos de la mujer azul sobre la plancha sobre la prenda sobre la base sobre la mesa ¡Gracias andaluz!

Escrito por hernán a las 29 de Marzo 2005 a las 02:00 AM
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